20 barriles de chicha para celebrar a San Benito de Palermo
Un pueblo devoto y fiel a sus tradiciones acompañó la celebración en honor a San Benito de Palermo, en León, un “santo negrito luminoso” a como le llaman los promesantes, quienes aseguran purifica el alma de los que le veneran y que todos los Lunes Santos desde muchos años atrás llegan para agradecerle por favores recibidos.
Costumbres que van de la mano con particularidades propias de esta celebración; personas vestidas de blanco (luz), otras que barren y limpian (purifican) el templo, y los que regalan bebidas como la chicha de maíz negro, esta última promovida por el Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur, que desde hace 12 años, elabora este brindis tradicional para repartirla entre los religiosos y el pueblo leonés.
Nahiry Silwany, de la dirección de Promoción y Mercadeo de Intur, comentó que esta actividad demuestra el fervor hacia nuestras tradiciones y nuestra cultura.
“Desde muy temprano reunidos con la feligresía, luego de la bendición del padre hacia los 20 barriles de chicha, compartimos con la población, cada barril lleva cuatro bidones de maza de chicha y medio quintal de azúcar para repartirse a casi 15,000 personas”, comentó.
Para el sacerdote, Alejandro Varela de la Diócesis de León, esta celebración es un culto de amor y piedad que data desde hace muchos años atrás. “Especialmente esta tradición de repartir chicha son promesas que han venido de la sencillez de nuestros mayores, además de ser el brindis tradicional por ser chicha de maíz negro relacionado con el mismo santo negrito, son de esas circunstancias sencillas que van relacionándose con la naturaleza, producto de Dios”.
En nombre de San Benito de Palermo y desde las 7:00 de la mañana hasta el mediodía, los leoneses hicieron fila para recibir de las manos de trabajadores de Intur un vaso de chicha, hubo quienes llegaron con picheles, baldes, botellas, termos y bolsas plásticas para compartir con su familia la tradicional bebida dulce.
Doña Eva Francisca Martínez de la comarca La Quimera, carretera a San Isidro, Telica, León, dijo que ella se levantó a las 2:00 de la mañana a echar tortillas, que es su oficio, las vendió y se fue a León a cumplir su promesa a San Benito de Palermo, destacó que es un sacrificio que tiene con su devoción.